Todos tenemos un gran universo interno, tan complejo que a veces nos cuesta mucho vernos a nosotros mismos en perspectiva. ¿Por qué lo hice? ¿Cómo pude pensarlo? ¿Por qué me siento así...? A nadie le ha faltado alguna de estas preguntas. Y es que muchas veces no entendemos por qué algunas emociones desencadenan ciertas reacciones. Pero si aprendemos a autorregularnos y autocontrolarnos, obtendremos mejores resultados en distintos aspectos de nuestras vidas.
Para que entiendas mejor, te doy un ejemplo: imagina que quedas con un amigo ó una amiga para reunirse. De pronto llega el día, ya lo habían acordado todo, y tú te quedaste esperando sin que él ó ella llegara. Entonces comienzan, de manera automática, a pasar mil pensamientos por tu cabeza: "y yo que dejé otras cosas de lado para verlo(a), y ni siquiera llama para decirme que cambió de planes", "seguro encontró algo más importante que hacer que pasar el rato conmigo", ó "qué desconsiderada(o) por hacerme perder mi tiempo así". Entonces, seguramente te entristecerás ó te molestarás, aún sin estar seguro de que todas tus sospechas sean ciertas...
Será un poco difícil evitar tener estos pensamientos negativos automáticos ó autónomos, pero lo que sí deberías esforzarte por hacer es pensar en qué tan probables sean todas estas posibilidades que creaste en tu cabeza: podrías estar equivocado; quizás tu amigo ó amiga tuvo algún inconveniente, ó tal vez esté en camino y sólo se le hizo tarde. Si te das cuenta, la molestia ó decepción que sentiste en ese momento te llevó a pensar en cosas drásticas, distorcionando tus pensamientos de diferentes maneras, y además te pueden haber generado problemas emocionales como la ansiedad ó, si te molestaste mucho, la ira. Pero piensa que podrías estar ahogándote en un vaso con agua, pues la verdad es que hasta el momento, no te consta que ninguno de esos pensamientos que has tenido sea lo que ocurre realmente.
¿Por qué hacerte tantos problemas? Podrías ser tú quien los estuviera creando en su mente, sin que realmente existan. Toma las cosas con calma y no te anticipes.. Podrías terminar queriendo morderte la lengua, porque no siempre que se piense mal se acertará, como dice el dicho. ¡Ah! Y algo que debes tener en cuenta: nada ni nadie es culpable de tus reacciones más que tú mismo. ¡Decídete a sentirte mejor!
@Mentebrillante_
Referencia: Jessica Lazo. Separata Inteligencia Emocional. ISIL 2010.
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Referencia: Jessica Lazo. Separata Inteligencia Emocional. ISIL 2010.
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